sábado, 18 de febrero de 2012

¡A iniciar la revolución del aprendizaje!

Si el año pasado ya nos sorprendimos con su monólogo de "La escuela mata la creatividad", este cuatrimestre Alicia nos ha mostrado otro vídeo de Ken Robinson titulado "¡A iniciar la revolución del aprendizaje!".

Este educador británico tiene la capacidad de hablar sobre temas serios que nos atañen a todos, sobre todo a los educadores, en un ambiente distendido. 

A raíz de este vídeo he podido abrir los ojos y darme cuenta de muchas cosas. La realidad es que la mayoría de la gente tiene trabajos que no les gustan, aunque si es verdad que afortunadamente existe también mucha gente que se desvive por su trabajo y es feliz por poder trabajar en aquello que le gusta. Pero lo que sí es cierto es que son muchas las personas que no son capaces de decir en qué es talentoso o qué cualidades tiene. Y... ¿porque hemos llegado a esta situación? ¿No puede ser que nos hayan cortado las alas en algún momento de nuestra vida?

El sistema educativo debería de ser un propulsor de cualidades, sin embargo, a lo largo de la historia este sistema se ha dedicado a alejar a las personas de sus talentos. Y el problema es que concebimos el talento a la universidad puesto que siempre se ha relacionado el éxito con los estudios superiores. Este es un error que puede costar muy caro, ya que todos tenemos algún talento especial y no debemos concebir que la única salida válida sea esta. 

Del mismo modo otro fallo del sistema educativo es la idea que tenemos en nuestras mentes sobre la linealidad, aspecto que hemos tratado ya en muchas clases. Debemos traspasar esa linealidad, ¿porque todos seguimos la estructura determinada que nos impone el sistema educativo? ¿no es mejor que cada uno aprenda en el momento que le estime más oportuno? Respecto a esto me siento muy identificada. Cuando terminé bachiller me planteé la idea de pasar un año conociendo el mundo, aprendiendo idiomas y formándome en aspectos que en ese momento me parecían interesantes para así entrar más preparada a la titulación que siempre quise. Pero cuando trasmití estas ilusiones todo el mundo me lo desaconsejaba, me decían: ¿un año sabático? Si lo haces perderás el tiempo... y además terminarás sin estudiar ninguna carrera. Yo lo veía de otro modo: para mí hubiese sido un año de crecimiento personal y con un idioma en el bolsillo. En este sentido puedo ver como, por culpa de las ideas preconcebidas que tiene la gente, nos pueden arrebatar nuestros sueños y dejar escapar oportunidades.

Volviendo al vídeo, Robinson habla de que tenemos que "desencantarnos", de que no debemos conformarnos con lo que tenemos, pues estamos acostumbrados y lo damos todo por sentado. Estas ideas que tenemos fueron diseñadas para el siglo pasado y hoy en día no nos son válidas. Se tenía un pensamiento industrial, mecanizado, en el que "el fabricante" o profesor quería trasformar a los alumnos en "productos estándar".

La solución de todo esto, como dice Ken no es una simple reforma, sino una "revolución de la educación". Debemos olvidarnos de la absurda idea sobre que el éxito está en un solo sitio porque sino, desperdiciaremos muchas oportunidades. 

Tenemos que creer en una educación de la agricultura, puesto que el desarrollo de los niños no es un proceso mecánico, sino más bien un proceso orgánico. Debemos de garantizarles un buen ambiente, tratarlos con cariño, para que así al fin, florezcan. 

Por lo tanto, tenemos que apostar por la diversidad de talentos y encontrar el enriquecimiento en la diversidad, personalizar la educación y además dejar a los niños que experimenten. Dar a nuestros alumnos un entorno agradable y facilitarle siempre la posibilidad de que desarrollen libremente sus cualidades y capacidades sin cortarles las alas. 

Pero para poder hacer esto posible no hay que olvidar que hacen falta personas que pongan pasión a lo que hacen, mucho esfuerzo y ganas de avanzar, innovar y arriesgarse.

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